Trampa nº 7: Diseñar para el director general

Uno de nuestros rivales locales tiene una pregunta en su encuesta de captación de clientes: "¿Qué smartphone utiliza su director general?".

Cualquier gestor de proyectos de una agencia digital se dará cuenta enseguida de por qué lo hacen, y es una decisión bastante inteligente. Han visto cómo muchos proyectos digitales estratégicos y cuidadosamente estudiados se han ido al traste en el último momento porque el director general de la organización le echó un vistazo en su Blackberry Classic Q20.

Todo el mundo en el equipo digital tenía claro qué navegadores y dispositivos serían compatibles, y este modelo en particular no representa un error de redondeo en los análisis del usuario final, pero no importa, porque este es el único usuario final que realmente cuenta en este momento.

No se trata sólo de dispositivos. Soy consejero delegado. ¿Sabes cómo llegué a serlo? Bueno, no soy tímido a la hora de dar mi opinión. Si me pides que opine sobre algo, estoy listo para hacerlo. Oh, ¿quieres una opinión meditada? No tengo tiempo para eso, soy un ejecutivo.

¿Sabes qué más tengo? Ideas. Así que cuando me muestres tu proyecto digital cuidadosamente elaborado y programado para su lanzamiento la semana que viene, no voy a darte una palmadita en la cabeza por un trabajo bien hecho. Es más probable que te pregunte por qué no es bilingüe en español. ¿Te parece poco razonable? No se llega a Director General haciendo lo que es razonable. Por cierto, aquí estoy incluyendo a los Directores Artísticos.

Es muy fácil que los equipos digitales empiecen a chocar las manos porque se centran en el usuario, utilizan las últimas técnicas y jerga, reciben mucha validación de sus compañeros y se sienten muy bien sobre hacia dónde van, pero se olvidan por completo de llevar a la dirección con ellos.

Enhorabuena, te la has jugado.

Esto es lo que debes hacer:

1. Comprométase pronto y comprométase a menudo.
   Una de las cosas más frustrantes de relacionarse con la alta dirección es que tienen muchas opiniones, pero parecen extrañamente reacios a tomar decisiones. Parecen esbozar un mundo de posibilidades y te dejan a ti la tarea de unir los puntos. He aquí el secreto: a los directivos se les pide que tomen decisiones todo el día y están cansados de ello. Así que deja de pedir opiniones, pero mantén a la dirección al corriente de las decisiones que tomas. Si una de esas decisiones se opone directamente a su estrategia, te lo harán saber y podrás corregir el rumbo. Le sugiero que haga una presentación mensual, si es posible. Sea rápido y directo. "Hemos decidido que nuestros tres objetivos principales son X", "Nuestro objetivo es aumentar Y en Z, de acuerdo con nuestra misión".
   
   
2. Toma nota de los comentarios.
   Cuando recibas opiniones y comentarios a pesar de todo, toma nota y piensa cómo vas a hacerles caso en tu próxima presentación. Si el director general dice que no le gustan los fondos oscuros, busca una página con fondo claro y hazle una captura de pantalla para tu presentación. Si el director general dice que tiene que ser en dos idiomas, no te rías de ello por considerarlo inalcanzable. Piensa en una serie de opciones y coberturas, desde decirle al usuario que pruebe Google Translate hasta calcular el coste real de hacerlo correctamente. En la siguiente reunión, prepárate para incluir esas consideraciones y relacionarlas con la solicitud original. Es posible que los directores generales hayan olvidado temporalmente sus comentarios anteriores. Si les explicas cómo los has tenido en cuenta, les ayudarás a evitar nuevos comentarios totalmente contradictorios. Y aunque los directores generales pueden estar siempre dispuestos a dar opiniones infundadas, suelen responder bien a las opciones bien fundamentadas. Así que vuelve con pruebas.

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